Bajo la misma estrella

Al escribir este libro, el novelista John Green cuenta una historia de amor joven sin sentido del futuro, sin creencia en un felices para siempre. Además, Green rechaza los clichés sentimentales que tienden a estructurar las narrativas del cáncer, sobre la nobleza del sufrimiento y la lucha, y la redención que valida el dolor y la pérdida. El resultado es una novela donde el amor está inextricablemente ligado al miedo, la muerte y el dolor físico despiadado, pero aún así, de alguna manera, vale la pena.

Hazel Lancaster, de 16 años, y Augustus Waters, de 17 años, se conocen y se enamoran en un grupo de apoyo para adolescentes con cáncer. Augustus, una vez una estrella del baloncesto en ascenso, perdió una pierna debido a un cáncer de huesos, y Hazel lleva un tanque de oxígeno a todos lados debido al cáncer de tiroides que se ha extendido a sus pulmones. Los dos se atraen el uno al otro de inmediato; comparten una inteligencia brillante e inquieta y una visión escéptica de las insípidas perogrulladas con las que los adultos encubren la horrible realidad de sus enfermedades. Augustus persigue a Hazel con determinación desde el principio, pero ella duda en comenzar una relación romántica, a pesar de sentirse profundamente atraída por él. El cáncer de Hazel es terminal y no quiere permitir que nadie más que sus padres se apeguen a ella, sabiendo que sufrirán cuando ella muera; “Soy una granada”, le dice un día a su madre (99).

Su relación se desarrolla cuando hacen un viaje a Amsterdam, financiado por la Fundación Genie, un equivalente ficticio de la Fundación Make-A-Wish. Augustus, quien califica para un deseo por la pérdida de su pierna, ha organizado el viaje para que Hazel pueda conocer a su autor favorito, Peter Van Houten; Van Houten acordó por correo electrónico discutir su único libro, An Imperial Affliction, con ellos en persona. An Imperial Affliction es un libro sagrado para Hazel; se identifica con la heroína, Anna, que muere de leucemia, y está consumida por el deseo de saber qué sucede con los otros personajes del libro una vez que termina. En Ámsterdam, Hazel y Augustus comparten una velada romántica antes de un encuentro terriblemente decepcionante con su ídolo literario. Van Houten está borracho y desdeñoso; se niega a responder las preguntas de Hazel sobre los personajes y se burla de ella por preguntarlas. Salen disgustados de su casa y, después de un arduo ascenso a la parte superior de la Casa de Ana Frank, Hazel besa impulsivamente a Augustus y, cuando regresan al hotel, tienen relaciones sexuales por primera vez.

En su último día en Ámsterdam, Augustus le da a Hazel una terrible noticia, que se ha demorado en contarle para no arruinar su viaje. Su cáncer ha regresado y se ha extendido por todo su cuerpo: no sólo está más enfermo que ella, sino incurable, mortalmente enfermo. Hazel se queda a su lado mientras el cáncer lentamente, luego más y más rápido, destruye a Augustus física, emocional y mentalmente. Primero ya no puede caminar, y luego ya no puede alimentarse ni controlar sus intestinos; finalmente apenas puede mantenerse despierto o mantener una conversación. Mientras Hazel observa con desesperación, su inteligencia, su espíritu optimista y, finalmente, su sentido del humor también se desvanecen bajo la presión de fuertes medicamentos y un dolor más intenso. Muere en el hospital aproximadamente un mes después de que regresan de los Países Bajos.